SALA DE ESPEJOS (Mje publicado por New-Prometheus-007 el 25/02/2008 en MSN Groups)
Escuela Nueva del Universo de la Conciencia Cósmica de la Verdad :: Transcripción de Comunicaciones parlantes :: Comunicaciones publicadas en el Foro de MSN Groups durante el 1er año de apertura
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SALA DE ESPEJOS (Mje publicado por New-Prometheus-007 el 25/02/2008 en MSN Groups)
Queridos Hermanos:
No somos fanáticos ní profesamos, fundamentalistamente, en desconocimiento de la Verdad, una Fé oscura, vacía, sin vida (ajena a la realidad). No, ante todo, somos seres vivos, cuerpo, alma y espíritu, pensantes, racionales, inteligentes (por más que el mundo se empeñe en demostrar y convencernos de lo contrario). Nuestra vida es obra y producto del espíritu; nuestra alma y sus potencias, el puente que une, en nosotros, atráves de la consciencia, la realidad en todas sus dimensiones, alcance y profundidad; nuestra existencia material, en fin, el plano por medio del cual se manifiesta la Luz de la Verdad, sus triunfos y camino de progreso, un espejo de nuestro interior, con todas sus realidades, inconsecuencias y contradicciones.
A éste respecto, recordemos que el Amor, al que hemos sido convocados desde la Eternidad, es muy superior al amor humano, inclusive, al amor de familia (Recordemos, también, que ello mismo se desprende del hecho, indiscutible, de que la Verdad es herencia del espíritu y se recibe en heredad, no del hombre, su tiempo, grado de perfección y circunstancias, sino de la Eternidad. Y que, aunque, es através de ellas que la Luz se nos manifiesta y hace conocida, no debemos confundir su verdadero origen, fuente, y principio, el auténtico Alfa y Omega, Centro indiscutible de nuestra propia e inalienable realidad).
Bueno, pués, desde ésta perspectiva hemos de entender que nada tiene que ver con el alma de una familia, su posición y condición en la vida, el alma y el progreso de un individuo, en su espíritu y real evolución, la cual se realiza através de su propia vida, que sabemos es eterna y continuada. Es decir, en nada contribuye la evolución y el ambiente, cultural y familiar, respecto al progreso del espíritu, de ello nada toma, más que las circunstancias, condiciones y oportunidades que ha de descubrir y, por sí mismo, aprender a aprovechar. Por el contrario, el progreso del espíritu sí es el motor (causa e inspiración) que posibilita y crea el progreso en el alma del hombre, en su entorno y ámbito cultural, familiar y social. Es decir, reflejando el éxito y progreso real del espíritu del cual procede, y no de la familia de la que recibió cuerpo y circunstancias (más no el alma, y esto debe quedarnos muy claro, pués de ella depende en cada caso, la continuidad de la vida, sus características, carácter, grado de realización, crecimiento, progreso, verdad y, ultimadamente, su inmortalidad con todo lo que de ella deriva).
Siendo así, y si no nos equivocamos en entender la mecánica que impulsa y posibilita el desarrollo y desenvolvimiento de la realidad, que como el destino, es Luz que se hace visible entre los hombres y en medio del mundo; entonces, la familia a la que pertenece cada uno, su historia y su origen (en palabras del Maestro Juez), no alcanzan a ser - en definitiva - ní deben entenderse como sinónimo de derechos hereditarios de sucesión, en cuanto a lo que a la eternidad y la vida del espíritu concierne. Y no lo son para nadie. No constituyen justificación, privilegio o garantía segura del deseo del Creador, la Cosmogonía ó los Maestros de la Luz, en favor de nadie. En el caso concreto del Espiritismo Luz y Verdad, como Institución Universal, la herencia familiar y circunstancias en la vida de nadie constituyen un argumento válido, capaz de sustentar y dar solides real a la postulación de nadie como Director y Maestro Nato. Es decir, autoridad suprema y representante de la Luz de la Verdad, considerada su Cátedra, Sede Central, ante nosotros, de los Consejos de Sión y, su persona, Maestro y Guía de los hombres en éste, nuestro Plano y presente Realidad. Lo sería, en el caso de que se tratare de una institución humana, hecha por hombre y con propósitos, medios e intereses humanos (es decir, materiales). Pero no es el caso, salvo que todos nos equivoquemos respecto al carácter eterno, destino y vocación de la Luz, entre los Hombres.
De cualquier manera, aunque vigente el Propósito, las acciones y actitudes de los hombres, su ignorancia, ambición e hipocrecía han desviado el camino y perdido el sentido transcendente de tal Institución. Como vemos, hoy se cumple, con éste como con muchos otros casos, aquello de que « En casa del Herrero azadón de Palo »
Pero ¿fué el Maestro, en vida y directamente él quien, como nos ha parecido en incontables ocasiones, contravino su propia opinión, oponiéndose - con sus contradicciones, actos y actitudes (con sus pensamientos, palabras y omisiones) -a los juicios, criterios, reglas y valores por él mismo impuestos, postulados, proclamados y defendidos?
Debemos estar conscientes de que, sí tomamos al pie de la letra las palabras, sentencias y condenas del Maestro Juez, a los ojos del mundo, él sería el primero en faltar a la Ley qué el mismo proclamó como universal, infringiendo con ello una seria falta y contradicción respecto a su propia palabra ¿Cabría aquí, en vista de todo y sin miedo a equivocarnos, usar la expresión: en todos los foros, menos en su propia persona, vida y obra? ¿Por qué nos parece, a la vista, a veces tal cosa? ¿En vista de la evidencia, en dónde ha quedado oculta la Verdad? ¿Por qué nos seguimos engañando, ciegos como estamos, nublando nosotros mismos, con velos e impertinencias, la Luz de la razón? ¿Qué hemos hecho de la Verdad?
Por ello ¿debiera ser de extrañar que nos parezca que si él denuncia la mentira, el error y la sin razón, a ellas precisamente apele, abiertamente ó no? ¿Será que desconocemos sí, acaso, ello refleja el que haya encontrado una escusa admisible en aquello de que, al menos a los ojos del mundo « el fin justifica los medios empleados para obtenerlo » y « no es culpable el hombre, que es efecto, sino la causa que lo llevó a actuar y pensar así »? ¿Hasta a dónde estaríamos dispuestos a llegar por ver triunfar una causa, más allá de las redes que tiende el mundo, con sus errores, mentiras y oscuridad?
Me pregunto ¿Cómo podríamos nosotros seguir sosteniendo tales argumentos, sin miedo a sembrar la contradicción, la falta y el error - que es oscuridad, calumnia y detracción - y de ello esperar cosechar Luz y Verdad, entre los hombres y en medio del mundo? ¿Será esto, el haber confundido las fuentes de la Verdad, las que la legitimizan y hacen auténtica, imponiendo en vez de ella cualquier otra cosa, de orden y carácter eminentemente mundano, de donde deriva el origen de tanta división, tanta falta de entendimiento y tanta contradicción entre los Hombres, por lo que las Escuelas nacen y pasan, perdiéndose en el tiempo, por error de los hombres, sus adeptos, miembros, discípulos y adherentes? Meditemos .. ¿Cuál ha venido siendo nuestra falla y responsabilidad?
En éste sentido, consideremos la situación prevalente en la actualidad: ¿Será acaso posible lograr vislumbrar la Verdad y llevar su Luz al mundo, siendo todos, miembros de una sóla familia, indiscriminadamente y por ese simple hecho? O, más bién, por razónes de afinidad real - claro está - por destino y grado de desarrollo. Y, no como ha venido sucediendo y es el caso más común, por el que, como sombras, producto de la imposición, la intolerancia y el abuso que, por su autoridad, ejercen padres y mayores, através del ejemplo y una educación compulsiva a los hijos, les jalan, aunque no sea lo suyo, y por ello les obligan a seguirles, imitando estríctamente, al pie de la letra, la ley, pero sin llegar a comprender nada y mucho menos descubrir y realizar en sí mismos y através de su propia vida un destino que, en la realidad, bién pudiera ser muy diferente de ser, cada uno y todos, más ellos mismos.
Esto, es cierto, y una parte muy importante del problema. Pero, también es cierto y lo vemos por todas partes, que dentro de la familia se forma un feudo de hegemonía autocrática, ejerciendo discriminación y segregación, sobre todos los demás, como si la cátedra que han hecho suya, con su celo y actitudes, se tratase de un castillo de su posesión, hereditario y exclusivo, un verdadero privilegio dinástico propio de su linaje. Creo que por ahí tenemos muchos buenos ejemplos de ello. Muchas cátedras han quedado reducidas a un grupo de señoras y rodeadas de un montón de pequeños, inocentes, hijos suyos. Mientras que la Escuela crece así, sólo para adentro, intramuros, y se crea un culto a la persona, la herencia familiar y, lo que es peor, sobre sí misma (en desconocimiento completo la ignorancia más grande de lo que es el mundo exterior y la realidad de la vida, el Universo, donde todo se debe probar en justicia, conforme a su justo valor y no amparado por un nombre, un rancio abolengo y un añejo privilegio de familia). Bajo tales circunstancias tenemos nada más que un culto interdenominacional, constituido por una confederación más o menos homogenea y ortodoxa de sectas y feudos ideológicos de carácter hereditario y cultural. Humano, muy humano espectáculo pero, a la vez, tan alejado de los verdaderos Ideales y Enseñanzas eternas del espiritismo Luz y Verdad, y de la formación de esa Comuna Universal que es su fin, propósito y razón se ser.
Lo que pretendió el Maestro fue algo muy diferente, pero le confundimos, y seguimos lléndonos la cabeza con las apariencias que, ante nuestros ojos, envuelven y velan el verdadero significado de sus palabras y letra, perdiéndo así, para siempre, el espíritu que le inspirara y que es y constituye la esencia de lo que se quizo decir y transmitir hasta nosotros.
Creo que, al menos hasta aquí, se descubren dos tipos de Hombres: Los que saben quienes son, de dónde proceden y, por ende, cuál es su destino; y los que, en definitiva, ní se conocen a sí mismos, ní saben lo que es el amor (Ley de Amor, Justicia y Verdad). De ahí, se desprende, por necesidad de las cosas, la forma en que cada cual se conduce y actúa a lo largo de su existencia. Unos, aproximando, con sus vidas y actitudes la realización de la Comuna de Amor (que es y representa la habilidad del Hombre para comunicarse y ser uno con las fuentes de la Verdad); mientras otros, por el contrario y como medio de contraste, permiten distinguir las diferencias entre lo que es blanco y lo que no es, es decir, lo que por naturaleza no deja de ser negro, oscuro, vacío (una total negación de todo espíritu de vida y vitalidad en la existencia, en discordancia rádical con la Verdad, la Luz y el orden Universal de la Creación).
Por encima de lo que se pudiera a simple vista apreciar, como reflejo y efecto de la pobreza, falta de desarrollo y grado de integración de nuestra propia consciencia, aparentemente hay distintas distintas dimensiones y niveles de interpretación y comprensión en la compleja personalidad de Joaquín Trincado, y con respecto a todo lo que durante su vida, dijo e hizo ante los hombres. De ahí el origen de nuestro error, cada vez que le contemplamos, desde la superficialidad de nuestras vidas, como si se tratase de un hombre de distintas caras, cuyas facetas aparecieran de aquí y allá, tal que se se tratara de la evasiva inspiración de diferentes espíritus, en constante lucha, conflicto y contradicción, entre sí (animando sus decisiones, determinando sus actitudes, obrando através de su vida, manifestándose en él, en sus deseos, juicios, pensamientos, anhelos y obras). Desde esta, tan común persepectiva que, como ya decíamos, no refleja otra cosa que nuestra muy personal problemática y falta de unidad y correspondencia interior, el pensar que lo que se nos ha transmitido y llega hasta nosotros, de él, es decir aquella parte con la que, por afinidad, nos hemos quedado, ella sóla corresponde a un sólo sentir, una sóla fé y un sólo pensar, total con exclusión de todo lo demás, contemplado así, superficial y simplisticamente, sería fatal error, detracción, en apreciación y perspectiva. Sí, ello es calumnia, distorción de la Verdad, prevaricador error y falta de nuestra consciencia, con respecto de nosotros mismos, de nuestro destino, realidad y porvenir.
Joaquín Trincado, si trino, es también multiple, diverso, controvertido y muy complejo, como la realidad de su vida y el universo en el que vivió y vivimos todos, con sus múltiples y muy variadas dimensiones, ángulos y aspectos, es complejo y múltiple también. No hay un sólo punto de vista válido que lo explique por sí mismo, de arriba a abajo, en todas sus partes, dimensiones, profundidad, alcance, transcendecia y astectos. Quizás, de ello, también deriven nuestras muchas diferencias en interpretación de su doctrina y enseñanzas.
La experiencia del mundo según Trincado es, así, un complicado lente de aumento, un prisma multifacético, con muchos recovecos, muchos aspectos ocultos, inalcanzables dimensiones y niveles insospechables. Su mundo, esa visión del Hombre, esa tan peculiar visión de su tiempo, su transcendencia y destino eterno, ese interesante y no menos desafiante revisionismo histórico-filosófico (de especialísimo significado y simbolismo), en medio de la controversia que despierta en todas partes y en todos los foros, tan popular y accesible a todos pero, a la vez, tan complejo y difícil de comprender en su totalidad, vigencia, alcance y significación, y que en definitiva, es imposible de aproximar siquiera y, mucho menos, comprender así, a la ligera, superficialmente, en forma literal, como si se tratara de la unidad sencilla y llana de un cuerpo doctrinal definitivo. No, esa terrible y muchas veces absurda sobre simplificación abstracta que hacemos de sus ideas, hemos de entender, sólo obedece a los mecanismos a que recurre nuestra mente, buscando simplificar lo complejo, mientras trata de entenderle y darle sentido en y conforme a su propia experiencia y nivel de progreso, simpleza y sencillez literal, en lo que de por sí escapa a nuestra racionalidad y capacidade habitual de comprensión. En Joaquín Trincado, lo decíamos, cohabitan infinidad de aspectos, cada uno correspondiente a un ángulo, nivel, estado ó dimensión de la realidad, de él y nuestra, de la consciencia, el alma y la experiencia humana. Pero la Verdad, aún así, aunque compleja es Unica y Universal. Está en nosotros desentrañar sus secretos y resolver sus misterios, y mientras lo hacemos, podemos estar seguros, nos encontramos recorriendo los caminos de la Vida, los de nuestro destino y propia transformación: Amando y Conociendo la Verdad de nosotros mismos, que es el espíritu que alienta nuestro ser, verdadero aunque desconocido, ignorado, menospreciado, olvidado e incomprendido.
No somos fanáticos ní profesamos, fundamentalistamente, en desconocimiento de la Verdad, una Fé oscura, vacía, sin vida (ajena a la realidad). No, ante todo, somos seres vivos, cuerpo, alma y espíritu, pensantes, racionales, inteligentes (por más que el mundo se empeñe en demostrar y convencernos de lo contrario). Nuestra vida es obra y producto del espíritu; nuestra alma y sus potencias, el puente que une, en nosotros, atráves de la consciencia, la realidad en todas sus dimensiones, alcance y profundidad; nuestra existencia material, en fin, el plano por medio del cual se manifiesta la Luz de la Verdad, sus triunfos y camino de progreso, un espejo de nuestro interior, con todas sus realidades, inconsecuencias y contradicciones.
A éste respecto, recordemos que el Amor, al que hemos sido convocados desde la Eternidad, es muy superior al amor humano, inclusive, al amor de familia (Recordemos, también, que ello mismo se desprende del hecho, indiscutible, de que la Verdad es herencia del espíritu y se recibe en heredad, no del hombre, su tiempo, grado de perfección y circunstancias, sino de la Eternidad. Y que, aunque, es através de ellas que la Luz se nos manifiesta y hace conocida, no debemos confundir su verdadero origen, fuente, y principio, el auténtico Alfa y Omega, Centro indiscutible de nuestra propia e inalienable realidad).
Bueno, pués, desde ésta perspectiva hemos de entender que nada tiene que ver con el alma de una familia, su posición y condición en la vida, el alma y el progreso de un individuo, en su espíritu y real evolución, la cual se realiza através de su propia vida, que sabemos es eterna y continuada. Es decir, en nada contribuye la evolución y el ambiente, cultural y familiar, respecto al progreso del espíritu, de ello nada toma, más que las circunstancias, condiciones y oportunidades que ha de descubrir y, por sí mismo, aprender a aprovechar. Por el contrario, el progreso del espíritu sí es el motor (causa e inspiración) que posibilita y crea el progreso en el alma del hombre, en su entorno y ámbito cultural, familiar y social. Es decir, reflejando el éxito y progreso real del espíritu del cual procede, y no de la familia de la que recibió cuerpo y circunstancias (más no el alma, y esto debe quedarnos muy claro, pués de ella depende en cada caso, la continuidad de la vida, sus características, carácter, grado de realización, crecimiento, progreso, verdad y, ultimadamente, su inmortalidad con todo lo que de ella deriva).
Siendo así, y si no nos equivocamos en entender la mecánica que impulsa y posibilita el desarrollo y desenvolvimiento de la realidad, que como el destino, es Luz que se hace visible entre los hombres y en medio del mundo; entonces, la familia a la que pertenece cada uno, su historia y su origen (en palabras del Maestro Juez), no alcanzan a ser - en definitiva - ní deben entenderse como sinónimo de derechos hereditarios de sucesión, en cuanto a lo que a la eternidad y la vida del espíritu concierne. Y no lo son para nadie. No constituyen justificación, privilegio o garantía segura del deseo del Creador, la Cosmogonía ó los Maestros de la Luz, en favor de nadie. En el caso concreto del Espiritismo Luz y Verdad, como Institución Universal, la herencia familiar y circunstancias en la vida de nadie constituyen un argumento válido, capaz de sustentar y dar solides real a la postulación de nadie como Director y Maestro Nato. Es decir, autoridad suprema y representante de la Luz de la Verdad, considerada su Cátedra, Sede Central, ante nosotros, de los Consejos de Sión y, su persona, Maestro y Guía de los hombres en éste, nuestro Plano y presente Realidad. Lo sería, en el caso de que se tratare de una institución humana, hecha por hombre y con propósitos, medios e intereses humanos (es decir, materiales). Pero no es el caso, salvo que todos nos equivoquemos respecto al carácter eterno, destino y vocación de la Luz, entre los Hombres.
De cualquier manera, aunque vigente el Propósito, las acciones y actitudes de los hombres, su ignorancia, ambición e hipocrecía han desviado el camino y perdido el sentido transcendente de tal Institución. Como vemos, hoy se cumple, con éste como con muchos otros casos, aquello de que « En casa del Herrero azadón de Palo »
Pero ¿fué el Maestro, en vida y directamente él quien, como nos ha parecido en incontables ocasiones, contravino su propia opinión, oponiéndose - con sus contradicciones, actos y actitudes (con sus pensamientos, palabras y omisiones) -a los juicios, criterios, reglas y valores por él mismo impuestos, postulados, proclamados y defendidos?
Debemos estar conscientes de que, sí tomamos al pie de la letra las palabras, sentencias y condenas del Maestro Juez, a los ojos del mundo, él sería el primero en faltar a la Ley qué el mismo proclamó como universal, infringiendo con ello una seria falta y contradicción respecto a su propia palabra ¿Cabría aquí, en vista de todo y sin miedo a equivocarnos, usar la expresión: en todos los foros, menos en su propia persona, vida y obra? ¿Por qué nos parece, a la vista, a veces tal cosa? ¿En vista de la evidencia, en dónde ha quedado oculta la Verdad? ¿Por qué nos seguimos engañando, ciegos como estamos, nublando nosotros mismos, con velos e impertinencias, la Luz de la razón? ¿Qué hemos hecho de la Verdad?
Por ello ¿debiera ser de extrañar que nos parezca que si él denuncia la mentira, el error y la sin razón, a ellas precisamente apele, abiertamente ó no? ¿Será que desconocemos sí, acaso, ello refleja el que haya encontrado una escusa admisible en aquello de que, al menos a los ojos del mundo « el fin justifica los medios empleados para obtenerlo » y « no es culpable el hombre, que es efecto, sino la causa que lo llevó a actuar y pensar así »? ¿Hasta a dónde estaríamos dispuestos a llegar por ver triunfar una causa, más allá de las redes que tiende el mundo, con sus errores, mentiras y oscuridad?
Me pregunto ¿Cómo podríamos nosotros seguir sosteniendo tales argumentos, sin miedo a sembrar la contradicción, la falta y el error - que es oscuridad, calumnia y detracción - y de ello esperar cosechar Luz y Verdad, entre los hombres y en medio del mundo? ¿Será esto, el haber confundido las fuentes de la Verdad, las que la legitimizan y hacen auténtica, imponiendo en vez de ella cualquier otra cosa, de orden y carácter eminentemente mundano, de donde deriva el origen de tanta división, tanta falta de entendimiento y tanta contradicción entre los Hombres, por lo que las Escuelas nacen y pasan, perdiéndose en el tiempo, por error de los hombres, sus adeptos, miembros, discípulos y adherentes? Meditemos .. ¿Cuál ha venido siendo nuestra falla y responsabilidad?
En éste sentido, consideremos la situación prevalente en la actualidad: ¿Será acaso posible lograr vislumbrar la Verdad y llevar su Luz al mundo, siendo todos, miembros de una sóla familia, indiscriminadamente y por ese simple hecho? O, más bién, por razónes de afinidad real - claro está - por destino y grado de desarrollo. Y, no como ha venido sucediendo y es el caso más común, por el que, como sombras, producto de la imposición, la intolerancia y el abuso que, por su autoridad, ejercen padres y mayores, através del ejemplo y una educación compulsiva a los hijos, les jalan, aunque no sea lo suyo, y por ello les obligan a seguirles, imitando estríctamente, al pie de la letra, la ley, pero sin llegar a comprender nada y mucho menos descubrir y realizar en sí mismos y através de su propia vida un destino que, en la realidad, bién pudiera ser muy diferente de ser, cada uno y todos, más ellos mismos.
Esto, es cierto, y una parte muy importante del problema. Pero, también es cierto y lo vemos por todas partes, que dentro de la familia se forma un feudo de hegemonía autocrática, ejerciendo discriminación y segregación, sobre todos los demás, como si la cátedra que han hecho suya, con su celo y actitudes, se tratase de un castillo de su posesión, hereditario y exclusivo, un verdadero privilegio dinástico propio de su linaje. Creo que por ahí tenemos muchos buenos ejemplos de ello. Muchas cátedras han quedado reducidas a un grupo de señoras y rodeadas de un montón de pequeños, inocentes, hijos suyos. Mientras que la Escuela crece así, sólo para adentro, intramuros, y se crea un culto a la persona, la herencia familiar y, lo que es peor, sobre sí misma (en desconocimiento completo la ignorancia más grande de lo que es el mundo exterior y la realidad de la vida, el Universo, donde todo se debe probar en justicia, conforme a su justo valor y no amparado por un nombre, un rancio abolengo y un añejo privilegio de familia). Bajo tales circunstancias tenemos nada más que un culto interdenominacional, constituido por una confederación más o menos homogenea y ortodoxa de sectas y feudos ideológicos de carácter hereditario y cultural. Humano, muy humano espectáculo pero, a la vez, tan alejado de los verdaderos Ideales y Enseñanzas eternas del espiritismo Luz y Verdad, y de la formación de esa Comuna Universal que es su fin, propósito y razón se ser.
Lo que pretendió el Maestro fue algo muy diferente, pero le confundimos, y seguimos lléndonos la cabeza con las apariencias que, ante nuestros ojos, envuelven y velan el verdadero significado de sus palabras y letra, perdiéndo así, para siempre, el espíritu que le inspirara y que es y constituye la esencia de lo que se quizo decir y transmitir hasta nosotros.
Creo que, al menos hasta aquí, se descubren dos tipos de Hombres: Los que saben quienes son, de dónde proceden y, por ende, cuál es su destino; y los que, en definitiva, ní se conocen a sí mismos, ní saben lo que es el amor (Ley de Amor, Justicia y Verdad). De ahí, se desprende, por necesidad de las cosas, la forma en que cada cual se conduce y actúa a lo largo de su existencia. Unos, aproximando, con sus vidas y actitudes la realización de la Comuna de Amor (que es y representa la habilidad del Hombre para comunicarse y ser uno con las fuentes de la Verdad); mientras otros, por el contrario y como medio de contraste, permiten distinguir las diferencias entre lo que es blanco y lo que no es, es decir, lo que por naturaleza no deja de ser negro, oscuro, vacío (una total negación de todo espíritu de vida y vitalidad en la existencia, en discordancia rádical con la Verdad, la Luz y el orden Universal de la Creación).
Por encima de lo que se pudiera a simple vista apreciar, como reflejo y efecto de la pobreza, falta de desarrollo y grado de integración de nuestra propia consciencia, aparentemente hay distintas distintas dimensiones y niveles de interpretación y comprensión en la compleja personalidad de Joaquín Trincado, y con respecto a todo lo que durante su vida, dijo e hizo ante los hombres. De ahí el origen de nuestro error, cada vez que le contemplamos, desde la superficialidad de nuestras vidas, como si se tratase de un hombre de distintas caras, cuyas facetas aparecieran de aquí y allá, tal que se se tratara de la evasiva inspiración de diferentes espíritus, en constante lucha, conflicto y contradicción, entre sí (animando sus decisiones, determinando sus actitudes, obrando através de su vida, manifestándose en él, en sus deseos, juicios, pensamientos, anhelos y obras). Desde esta, tan común persepectiva que, como ya decíamos, no refleja otra cosa que nuestra muy personal problemática y falta de unidad y correspondencia interior, el pensar que lo que se nos ha transmitido y llega hasta nosotros, de él, es decir aquella parte con la que, por afinidad, nos hemos quedado, ella sóla corresponde a un sólo sentir, una sóla fé y un sólo pensar, total con exclusión de todo lo demás, contemplado así, superficial y simplisticamente, sería fatal error, detracción, en apreciación y perspectiva. Sí, ello es calumnia, distorción de la Verdad, prevaricador error y falta de nuestra consciencia, con respecto de nosotros mismos, de nuestro destino, realidad y porvenir.
Joaquín Trincado, si trino, es también multiple, diverso, controvertido y muy complejo, como la realidad de su vida y el universo en el que vivió y vivimos todos, con sus múltiples y muy variadas dimensiones, ángulos y aspectos, es complejo y múltiple también. No hay un sólo punto de vista válido que lo explique por sí mismo, de arriba a abajo, en todas sus partes, dimensiones, profundidad, alcance, transcendecia y astectos. Quizás, de ello, también deriven nuestras muchas diferencias en interpretación de su doctrina y enseñanzas.
La experiencia del mundo según Trincado es, así, un complicado lente de aumento, un prisma multifacético, con muchos recovecos, muchos aspectos ocultos, inalcanzables dimensiones y niveles insospechables. Su mundo, esa visión del Hombre, esa tan peculiar visión de su tiempo, su transcendencia y destino eterno, ese interesante y no menos desafiante revisionismo histórico-filosófico (de especialísimo significado y simbolismo), en medio de la controversia que despierta en todas partes y en todos los foros, tan popular y accesible a todos pero, a la vez, tan complejo y difícil de comprender en su totalidad, vigencia, alcance y significación, y que en definitiva, es imposible de aproximar siquiera y, mucho menos, comprender así, a la ligera, superficialmente, en forma literal, como si se tratara de la unidad sencilla y llana de un cuerpo doctrinal definitivo. No, esa terrible y muchas veces absurda sobre simplificación abstracta que hacemos de sus ideas, hemos de entender, sólo obedece a los mecanismos a que recurre nuestra mente, buscando simplificar lo complejo, mientras trata de entenderle y darle sentido en y conforme a su propia experiencia y nivel de progreso, simpleza y sencillez literal, en lo que de por sí escapa a nuestra racionalidad y capacidade habitual de comprensión. En Joaquín Trincado, lo decíamos, cohabitan infinidad de aspectos, cada uno correspondiente a un ángulo, nivel, estado ó dimensión de la realidad, de él y nuestra, de la consciencia, el alma y la experiencia humana. Pero la Verdad, aún así, aunque compleja es Unica y Universal. Está en nosotros desentrañar sus secretos y resolver sus misterios, y mientras lo hacemos, podemos estar seguros, nos encontramos recorriendo los caminos de la Vida, los de nuestro destino y propia transformación: Amando y Conociendo la Verdad de nosotros mismos, que es el espíritu que alienta nuestro ser, verdadero aunque desconocido, ignorado, menospreciado, olvidado e incomprendido.
Continuación...
En él está el Misionero Jesuita, el Masón, el Científico, el Racionalista, el Pensador, el Filósofo, el Liberal, el Agnóstico, el Comunista, el Anarquista, el Maestro y el Juez ¿Cómo comprenderlo en toda su extensión, trayectoria, alcance, relevancia, significación y realidad, más allá y por encima de conceptos, slogans, imágenes prefabricadas, de todo ese complejo mundo de engañosas apariencias, misterios y enigmas que siempre le acompañan y velan su propia y verdadera imagen de hombre real? ¿Cómo lograr conciliar en nuestra imagen de él, como hombre, al líder de opinión, el devoto, el rebelde, el agitador, el revolucionario sin detrimento de nada? Es decir ¿el Hombre, real y verdadero, y no el mito ní la leyenda? Y es que al leer sus libros, aunque acompañados por su espíritu, a lo largo, ancho y profundo de su obra, andando sus caminos y contemplando, desde su punto de vista, la panorámica de la realidad, él nos invita a hacerlo, quizás por primera vez, por nosostros mismos. No ha puesto límite a nuestra curiosidad y empeño, por el contrario. Se trata de un eterno, progresivo y siempre creciente estado de evolución, perfeccionamiento y desarrollo. Qué si le hemos mal entendido, que si hemos equivocado el concepto, que si hemos pretendido hacer de la parte un todo, y de nuestra verdad y limitada realidad, punto de referencia y última palabra, ello ha sido y seguirá siendo, mientras no rectifiquemos nuestra actitud, producto de nuestra incapacidad para apreciar la Unidad de la Verdad.
Continuará con la Parte II ..
Continuación (Parte II) ..
Espero que estas reflexiones nos permitan apreciar lo importante que es, entre todos y para todos, la comunicación abierta, libre y franca, de nuestros puntos de vista y no dejar de compartir, cada uno según nuestro nivel de progreso y especial grado de afinidad, lo que conocemos y hemos llegado a comprender. Quizás, algún día, lleguemos a comprender mejor la figura compleja de Joaquín Trincado Mateo, como Maestro y Juez del verdadero Espiritismo, Luz y Verdad, en todo lo que vale y significa tal realidad.
Nos hemos preguntado sí es posible crear un círculo de estudio efectivo de su Obra, y se nos ha contestado, con la fuerza de la evidencia, que ya se ha creado y está en marcha entre nosotros ¿Que sí podemos participar? creo que es nuestro deber y el destino llama, desde la libertad, hace mucho tiempo a las puertas de nuestra consciencia.
Se nos ocurre, que para ello, primero, debiéramos reconocer la realidad de la que estamos partiendo: Es decir, ya no estamos a principios del siglo XX (prácticamente, han transcurrido 100 años desde la fundación de EMECU). Segundo, son de considerar los factores que llevaron con el tiempo al fracaso la idea original del proyecto para la Institución, tal y como la concibió su fundador, Joaquín Trincado. Tercero, debido a ello, también, es de considerar el protagonismo que ha tenido a través de su historia nuestra incapacidad para entender la Idea y llevar a cabo su continuidad y perpetuación en el tiempo. Al respecto de lo cual, deberíamos reflexionar cuales son las posibilidades que, en verdad, tiene nuestro protagonismo histórico, tal y como bién a bíen lo entendemos, cada vez que pretendemos, a consciencia, llegar a realizar nuestro propio papel en el destino universal. Conclusión: Debemos detenernos para replantear nuestra posición actual y corregir el rumbo (eso ímplica corregir lo que haya que corregir, redefinir objetivos y volver a trazar rutas, planear recursos y organización, evidentemente en conformidad con las actuales y previsibles circunstancias). Pero ello, sigue siendo humano, muy humano y reflejo, efecto y consecuencia de nuestro estado actual, sobre el que pesan las sombras oscuras de un pasado aún no resuelto.
El problema con EMECU es su atemporalidad, pero el nuestro lo es también. En otras palabras, ha sido el lastre acarreado por nuestra consciencia, quien ha frustrado e impedido, desde dentro (desde el interior de nuestra propia alma) la efectividad del mensaje y enseñanzas que nos han sido legadas através del Espiritismo, Luz y Verdad. Si bién, su Maestro se adelantó al tiempo, nosotros no hacemos más que ver hacia atrás, arraigados como estamos a las cadenas del pasado (no hemos hecho por vivir conforme a la Verdad que se desprende, aún de nuestra propia realidad, perdidos en la añoranza y el sueño por realizar, que por ello se nos escapa y, permanentemente, deja de estar a nuestro alcance). No el Espiritismo Luz y Verdad versa sobre realidades y no, Utopías por realizarse, sobre las que, a falta de hechos, no podemos depositar nuestra fé; ní tampoco trata de recuerdos de un pasado olvidado, que no es más que polvo que lleva el viento. El es real, actuante, presente y eterno. Un puente sí, que une en nosotros y através de nuestras vidas, Tiempo y Eternidad, a la Luz de la Verdad y la realización.
Ahora bién, volviendo a nuestro tema. Con círculo de estudio, en el ámbito del auténtico Espiritismo Luz y Verdad, me refiero a la red de la Verdad, que no necesariamente es la impuesta por otros. Una red de Hermanos llamados a servir con probidad y transparencia la Verdad, y llevar con sus vidas y ejemplo, la pureza de la Luz hasta sus Hermanos, aquellos que se acercan, sinceros y deseosos, en busca de ella, dispuestos a dejarlo todo atrás, posesiones, y apegos, y no precisamente los del mundo, de aquello que no les incumba directamente, y con los que tienen contacto, sólo desde la superficialidad; sino más bién los de dentro, los que arraigan en el interior de la consciencia de su persona. Por que es fácil aquejar y desear deshacerse del estorbo, cuando éste se ubica fuera y no compromete nuestra vida (me refiero a nuestra alma y consciencia). Pero cambiar, desde dentro, profundamente, es otra cosa y, lamentablemente me temo, la única que vale y nos conduce por las sendas de la Luz.
Podemos seguir jugando con conceptos, como lo hacen los niños con las canicas de cristal, pero ¿seremos capaces de poner nuestras vidas enteras en la mesa, bajo la lente poderosa del exámen, analizar y corregir aquello que precise rectificación y corrección inmediata?
Hay un viejo dicho que pone de manifiesto aquello de que « Dios los hace y ellos se justan » y también aquel otro de « Cada oveja con su pareja » .. Miren, considerando que « ní estamos todos los que somos y tampoco somos todos los que estamos » yo valoraría la situación, en vista de la dirección que las cosas están tomando.
A cada quien, como « al árbol, se le reconoce por sus frutos » así también, precisamente, en aras de su propia libertad, nivel de progreso, estado de ser y capacidad de autodeterminación, hemos de reconocer en el camino, cuando sus pasos y el destino le conduzcan, en espíritu y verdad, en pos de la Verdad. En definitiva, Hermanos, no se trata de ir por ahí buscando a quien rescatar y ganar para la causa de la Verdad, que es muy honrosa y muy digna, como para mantener sus obras y logros ocultos a la luz del mundo, no.
No es cuestión, tampoco, de adoptar una actitud, por el contrario, altamente comunicativa y promocional. Sino más bién, la de ser consecuentes en nuestras vidas y desde nuestra propia condición, estado y circunstancia, iluminar los caminos del mundo, sin oponer nosotros mismos obstáculos a la Luz que brota y fluye de la Verdad (ello es amor, ello es, mis queridos Hermanos, conocerse a uno mismo y ser consecuentes con la Verdad, que se hace fé verdadera en nosotros, por Amor y Justicia). Se trata, pués, de no bloquear con nuestras inconsecuencias e inconsistencias (contradicciones) la Luz, que ha de unir nuestras vidas y de hecho lo hace ya desde la Eternidad.
Es así, Hermanos, que se forma una verdadera red espiritual, ello es Espiritismo real. Todo lo demás, tendrá que ser su manifestación y será verdadera, es decir manifestación de la Luz y la Verdad, en la medida que ella coincida, no con la inercia y la fuerza del mundo y el pasado, que impone sus vicios y prejuicios en nuestra alma y materia, sino por el efecto que resulte, através de nuestras vidas y obras, como fruto de la inspiración del espíritu que nos une y confiere el ser. Toda concepción humana (material), humana es y, generalmente, demasiado humana como para aportar algo siquiera, al espíritu que es Luz y llega de lo Alto, más allá, desde la Eternidad que no tiene, ní reconoce tiempo.
Lamentablemente esta concepción del estudio y la vida páctica del Espiritismo no es, en definitiva, para todos. Pués, como lo hemos visto y tristemente lo hemos, también, podido comprobar, algunos de entre nuestros Hermanos (los más) prefirieron permanecer así a oscuras, con los ojos y las consciencias cerrados.
Al llegar a éte punto, deseo agradecer a todos sus notas, que en definitiva aclaran mucho la situación y sos evidencia, indiscutible, de la voluntad de los Hijos de la Luz por salir adelante y dejar ya atrás este valle de penumbras, oscuridad y tinieblas.
Debo subrayar aquí las siguientes líneas, precisamente, con las cuales terminé ayer la última carta que escribí ..
(transcribo a continuación)
« Es así, mi querido Hermano, que se forma una verdadera red espiritual, ello es Espiritismo. Todo lo demás, tendrá que ser su manifestación y será verdadera, es decir manifestación de la Luz y la Verdad, en la medida que ella coincida, no con la inercia y la fuerza del mundo, que impone sus vicios y prejuicios en nuestra alma y materia, sino por el efecto que resulte, através de nuestras vidas y obras, como fruto de la inspiración del espíritu que nos une y confiere el ser. Toda concepción humana (material), humana es; demasiado humana, como para aportar algo siquiera al espíritu que es Luz y llega de lo Alto, más allá, desde la Eternidad que no tiene tiempo .. »
Bién, ahora ven ustedes a lo que me refiero. Ha de ser el espíritu, quien mueva las cosas, con entera y total libertad (más allá de la oscuridad, de nuestros vacíos, errores, contradicciones, ausencia e inconsistencias; independiente y libre, soberano de sí mismo, en perfecto control de las fuerzas y leyes materiales del mundo, manifestando la Luz; sin reconocer sobre sí los límites impuestos por el abuso y la sin razón; más aún, tratándose de la irracionalidad de los vicios de la conducta, de la iniercia en el pensar y el actuar y, esa pervasiva ceguera que siempre acompaña al egocentrismo, que es desamor y que actualmente domina la escena del mundo y las vidas, obras y actitudes de muchos de nuestros Hermanos).
Queridos Hermanos, éste es pués un manifiesto ¡ Un Himno a la Libertad y un acto de desagravio a la Luz y la Verdad, que nos dá la Vida y nos comunica su Ser !
Hemos de prepararnos y disponernos, conveniente y apropiadamente, a recibir la Luz del Espíritu de Vida, de Verdad y de Justicia. Entonces y sólo entonces, estaremos listos (libres de las ataduras y resabios de un mundo que, en definitiva, habiendo dejado de ser, se vá y deja ya de existir más que en el recuerdo y el silencio de calladas voces, tiempos idos que arrastran, desde el pasado, los vientos huracanados de los tiempos). Frente a nosotros, la Eternidad, siempre presente, siempre en equilibrio y armonía constante, luminosa, actuante, libre y justa.
Ahora me preguntan ¿Cuales serían esos medios, esos caminos, esas vías que nos conducirán hacia la Luz? Y no puede mi humanidad responder, precisamente, por que el espíritu llama y nuestro presente se ha de hacer eterno, ya desde aquí y ahora. Es decir, no es la naturaleza humana y el mundo material quienes han de saber tender, por sí mismos, los puentes de la Eternidad. No, lo sabemos, pués no está solamente en ellos, sencillamente no sabrían cómo, ní dónde empezar. Son instrumentos, medios, canales - en voz del maestro - efectos de una Ley que les es superior y han de saber acatar.
En ellos, lo sabemos también, está la luz y el conocimiento. Sí, es verdad. Ellos mismos son los puentes, que se han de tender para unir los mundos más distantes, con su vida y su ser. Pero, inmersos como están en el mundo, ciegos y sordos, en medio de la oscuridad ¿Cómo pudieran conocerse, estando así, a ellos mismos? ¿cómo pudieran penetrar en su interior y profundizar la Verdad que habita en ellos y dar oportunidad y libertad a la manifestación del espíritu?
No, en definitiva debemos efectuar, primero, desde dentro, una transformación profunda que nos lleve a interiorizar en la Luz del espíritu. Crear los oráculos y mediums necesarios, esos preciosos puentes que salvan las distancias y superan los obstáculos del tiempo, las dimensiones interpuestas por el error y la inconsciente, inconsecuente e inconsistente actitud del Hombre. Pero, ello ha de ser fruto del amor, del deseo ferviente, del anhelo puro, de la transparencia de la intención. Es decir, Hermanos: todo ello nos refiere a la Virtud, que nos une al conocimiento de uno mismo y al amor por los demás (que es amor por la propia vida, la propia verdad, la propia existencia, con sus circunstancias y niveles de avance y progreso).
NT: Continúa más abajo, puesto que debido a la extensión de la presentación no permite publicarla en el estándar en la que había sido publicada.
Continuará con la Parte II ..
Continuación (Parte II) ..
Espero que estas reflexiones nos permitan apreciar lo importante que es, entre todos y para todos, la comunicación abierta, libre y franca, de nuestros puntos de vista y no dejar de compartir, cada uno según nuestro nivel de progreso y especial grado de afinidad, lo que conocemos y hemos llegado a comprender. Quizás, algún día, lleguemos a comprender mejor la figura compleja de Joaquín Trincado Mateo, como Maestro y Juez del verdadero Espiritismo, Luz y Verdad, en todo lo que vale y significa tal realidad.
Nos hemos preguntado sí es posible crear un círculo de estudio efectivo de su Obra, y se nos ha contestado, con la fuerza de la evidencia, que ya se ha creado y está en marcha entre nosotros ¿Que sí podemos participar? creo que es nuestro deber y el destino llama, desde la libertad, hace mucho tiempo a las puertas de nuestra consciencia.
Se nos ocurre, que para ello, primero, debiéramos reconocer la realidad de la que estamos partiendo: Es decir, ya no estamos a principios del siglo XX (prácticamente, han transcurrido 100 años desde la fundación de EMECU). Segundo, son de considerar los factores que llevaron con el tiempo al fracaso la idea original del proyecto para la Institución, tal y como la concibió su fundador, Joaquín Trincado. Tercero, debido a ello, también, es de considerar el protagonismo que ha tenido a través de su historia nuestra incapacidad para entender la Idea y llevar a cabo su continuidad y perpetuación en el tiempo. Al respecto de lo cual, deberíamos reflexionar cuales son las posibilidades que, en verdad, tiene nuestro protagonismo histórico, tal y como bién a bíen lo entendemos, cada vez que pretendemos, a consciencia, llegar a realizar nuestro propio papel en el destino universal. Conclusión: Debemos detenernos para replantear nuestra posición actual y corregir el rumbo (eso ímplica corregir lo que haya que corregir, redefinir objetivos y volver a trazar rutas, planear recursos y organización, evidentemente en conformidad con las actuales y previsibles circunstancias). Pero ello, sigue siendo humano, muy humano y reflejo, efecto y consecuencia de nuestro estado actual, sobre el que pesan las sombras oscuras de un pasado aún no resuelto.
El problema con EMECU es su atemporalidad, pero el nuestro lo es también. En otras palabras, ha sido el lastre acarreado por nuestra consciencia, quien ha frustrado e impedido, desde dentro (desde el interior de nuestra propia alma) la efectividad del mensaje y enseñanzas que nos han sido legadas através del Espiritismo, Luz y Verdad. Si bién, su Maestro se adelantó al tiempo, nosotros no hacemos más que ver hacia atrás, arraigados como estamos a las cadenas del pasado (no hemos hecho por vivir conforme a la Verdad que se desprende, aún de nuestra propia realidad, perdidos en la añoranza y el sueño por realizar, que por ello se nos escapa y, permanentemente, deja de estar a nuestro alcance). No el Espiritismo Luz y Verdad versa sobre realidades y no, Utopías por realizarse, sobre las que, a falta de hechos, no podemos depositar nuestra fé; ní tampoco trata de recuerdos de un pasado olvidado, que no es más que polvo que lleva el viento. El es real, actuante, presente y eterno. Un puente sí, que une en nosotros y através de nuestras vidas, Tiempo y Eternidad, a la Luz de la Verdad y la realización.
Ahora bién, volviendo a nuestro tema. Con círculo de estudio, en el ámbito del auténtico Espiritismo Luz y Verdad, me refiero a la red de la Verdad, que no necesariamente es la impuesta por otros. Una red de Hermanos llamados a servir con probidad y transparencia la Verdad, y llevar con sus vidas y ejemplo, la pureza de la Luz hasta sus Hermanos, aquellos que se acercan, sinceros y deseosos, en busca de ella, dispuestos a dejarlo todo atrás, posesiones, y apegos, y no precisamente los del mundo, de aquello que no les incumba directamente, y con los que tienen contacto, sólo desde la superficialidad; sino más bién los de dentro, los que arraigan en el interior de la consciencia de su persona. Por que es fácil aquejar y desear deshacerse del estorbo, cuando éste se ubica fuera y no compromete nuestra vida (me refiero a nuestra alma y consciencia). Pero cambiar, desde dentro, profundamente, es otra cosa y, lamentablemente me temo, la única que vale y nos conduce por las sendas de la Luz.
Podemos seguir jugando con conceptos, como lo hacen los niños con las canicas de cristal, pero ¿seremos capaces de poner nuestras vidas enteras en la mesa, bajo la lente poderosa del exámen, analizar y corregir aquello que precise rectificación y corrección inmediata?
Hay un viejo dicho que pone de manifiesto aquello de que « Dios los hace y ellos se justan » y también aquel otro de « Cada oveja con su pareja » .. Miren, considerando que « ní estamos todos los que somos y tampoco somos todos los que estamos » yo valoraría la situación, en vista de la dirección que las cosas están tomando.
A cada quien, como « al árbol, se le reconoce por sus frutos » así también, precisamente, en aras de su propia libertad, nivel de progreso, estado de ser y capacidad de autodeterminación, hemos de reconocer en el camino, cuando sus pasos y el destino le conduzcan, en espíritu y verdad, en pos de la Verdad. En definitiva, Hermanos, no se trata de ir por ahí buscando a quien rescatar y ganar para la causa de la Verdad, que es muy honrosa y muy digna, como para mantener sus obras y logros ocultos a la luz del mundo, no.
No es cuestión, tampoco, de adoptar una actitud, por el contrario, altamente comunicativa y promocional. Sino más bién, la de ser consecuentes en nuestras vidas y desde nuestra propia condición, estado y circunstancia, iluminar los caminos del mundo, sin oponer nosotros mismos obstáculos a la Luz que brota y fluye de la Verdad (ello es amor, ello es, mis queridos Hermanos, conocerse a uno mismo y ser consecuentes con la Verdad, que se hace fé verdadera en nosotros, por Amor y Justicia). Se trata, pués, de no bloquear con nuestras inconsecuencias e inconsistencias (contradicciones) la Luz, que ha de unir nuestras vidas y de hecho lo hace ya desde la Eternidad.
Es así, Hermanos, que se forma una verdadera red espiritual, ello es Espiritismo real. Todo lo demás, tendrá que ser su manifestación y será verdadera, es decir manifestación de la Luz y la Verdad, en la medida que ella coincida, no con la inercia y la fuerza del mundo y el pasado, que impone sus vicios y prejuicios en nuestra alma y materia, sino por el efecto que resulte, através de nuestras vidas y obras, como fruto de la inspiración del espíritu que nos une y confiere el ser. Toda concepción humana (material), humana es y, generalmente, demasiado humana como para aportar algo siquiera, al espíritu que es Luz y llega de lo Alto, más allá, desde la Eternidad que no tiene, ní reconoce tiempo.
Lamentablemente esta concepción del estudio y la vida páctica del Espiritismo no es, en definitiva, para todos. Pués, como lo hemos visto y tristemente lo hemos, también, podido comprobar, algunos de entre nuestros Hermanos (los más) prefirieron permanecer así a oscuras, con los ojos y las consciencias cerrados.
Al llegar a éte punto, deseo agradecer a todos sus notas, que en definitiva aclaran mucho la situación y sos evidencia, indiscutible, de la voluntad de los Hijos de la Luz por salir adelante y dejar ya atrás este valle de penumbras, oscuridad y tinieblas.
Debo subrayar aquí las siguientes líneas, precisamente, con las cuales terminé ayer la última carta que escribí ..
(transcribo a continuación)
« Es así, mi querido Hermano, que se forma una verdadera red espiritual, ello es Espiritismo. Todo lo demás, tendrá que ser su manifestación y será verdadera, es decir manifestación de la Luz y la Verdad, en la medida que ella coincida, no con la inercia y la fuerza del mundo, que impone sus vicios y prejuicios en nuestra alma y materia, sino por el efecto que resulte, através de nuestras vidas y obras, como fruto de la inspiración del espíritu que nos une y confiere el ser. Toda concepción humana (material), humana es; demasiado humana, como para aportar algo siquiera al espíritu que es Luz y llega de lo Alto, más allá, desde la Eternidad que no tiene tiempo .. »
Bién, ahora ven ustedes a lo que me refiero. Ha de ser el espíritu, quien mueva las cosas, con entera y total libertad (más allá de la oscuridad, de nuestros vacíos, errores, contradicciones, ausencia e inconsistencias; independiente y libre, soberano de sí mismo, en perfecto control de las fuerzas y leyes materiales del mundo, manifestando la Luz; sin reconocer sobre sí los límites impuestos por el abuso y la sin razón; más aún, tratándose de la irracionalidad de los vicios de la conducta, de la iniercia en el pensar y el actuar y, esa pervasiva ceguera que siempre acompaña al egocentrismo, que es desamor y que actualmente domina la escena del mundo y las vidas, obras y actitudes de muchos de nuestros Hermanos).
Queridos Hermanos, éste es pués un manifiesto ¡ Un Himno a la Libertad y un acto de desagravio a la Luz y la Verdad, que nos dá la Vida y nos comunica su Ser !
Hemos de prepararnos y disponernos, conveniente y apropiadamente, a recibir la Luz del Espíritu de Vida, de Verdad y de Justicia. Entonces y sólo entonces, estaremos listos (libres de las ataduras y resabios de un mundo que, en definitiva, habiendo dejado de ser, se vá y deja ya de existir más que en el recuerdo y el silencio de calladas voces, tiempos idos que arrastran, desde el pasado, los vientos huracanados de los tiempos). Frente a nosotros, la Eternidad, siempre presente, siempre en equilibrio y armonía constante, luminosa, actuante, libre y justa.
Ahora me preguntan ¿Cuales serían esos medios, esos caminos, esas vías que nos conducirán hacia la Luz? Y no puede mi humanidad responder, precisamente, por que el espíritu llama y nuestro presente se ha de hacer eterno, ya desde aquí y ahora. Es decir, no es la naturaleza humana y el mundo material quienes han de saber tender, por sí mismos, los puentes de la Eternidad. No, lo sabemos, pués no está solamente en ellos, sencillamente no sabrían cómo, ní dónde empezar. Son instrumentos, medios, canales - en voz del maestro - efectos de una Ley que les es superior y han de saber acatar.
En ellos, lo sabemos también, está la luz y el conocimiento. Sí, es verdad. Ellos mismos son los puentes, que se han de tender para unir los mundos más distantes, con su vida y su ser. Pero, inmersos como están en el mundo, ciegos y sordos, en medio de la oscuridad ¿Cómo pudieran conocerse, estando así, a ellos mismos? ¿cómo pudieran penetrar en su interior y profundizar la Verdad que habita en ellos y dar oportunidad y libertad a la manifestación del espíritu?
No, en definitiva debemos efectuar, primero, desde dentro, una transformación profunda que nos lleve a interiorizar en la Luz del espíritu. Crear los oráculos y mediums necesarios, esos preciosos puentes que salvan las distancias y superan los obstáculos del tiempo, las dimensiones interpuestas por el error y la inconsciente, inconsecuente e inconsistente actitud del Hombre. Pero, ello ha de ser fruto del amor, del deseo ferviente, del anhelo puro, de la transparencia de la intención. Es decir, Hermanos: todo ello nos refiere a la Virtud, que nos une al conocimiento de uno mismo y al amor por los demás (que es amor por la propia vida, la propia verdad, la propia existencia, con sus circunstancias y niveles de avance y progreso).
NT: Continúa más abajo, puesto que debido a la extensión de la presentación no permite publicarla en el estándar en la que había sido publicada.
Continuación II
Hemos, como lo he dicho antes, de partir desde ahí, de otra manera estaríamos tratando de construir castillos en el aire, sobre el desbalance y desequilibrio de nuestros sueños, ideas preconcebidas y triste imaginación, que no son otra cosa que una consecuencia natural del desorden, la confusión, el caos, y de todo ese sin sentido, en que vive el Hombre de hoy, inconsciente de su propia realidad y, peor aún, en desconocimiento e ignorancia total de su destino, herencia y vocación eternas.
Saben, no se trata de salir del mundo sino, por el contrario, penetrar en él, explorarlo con valor, conquistar sus horizontes, derribar los muros que aún nos separan y limitan nuestro avance y progreso eterno. Se trata de vivir como lo que somos, descubrirnos a nosotros mismos, en una palabra: ¡ Ser ! Y la vida, cuando auténticamente nuestra, cuando cultivada legítimamente a la luz de la Verdad, ella misma es el camino por excelencia a la Libertad, que es la del espíritu.
Ya lo decíamos una vez « La medida de la Libertad de cada uno es la medida de su amor por la Verdad » ¿Cómo imponerle métodos, formas, sistemas y convencionalismos? ¿Leyes y formas humanas, figuras y resabios de un mundo que no es? Entonces .. ¿Hemos de comenzar, partiendo, de dónde? ¿Recuerdan éste planteamiento?
Definitivamente de nosotros mismos, cada quien de sus circunstancias, pero no quedando atrapados en ellas y por ellas, como lastre permanente, detractor implacable de nuestras propias almas, corruptor de nuestras propias consciencias, tirano de nuestros propios destinos. No, en definitiva hemos de partir de nosotros, desde nuestro lugar en medio de las circunstancias del mundo, pero siempre teniendo en cuenta que nuestro propósito es llegar a ser capaces de descubrir en el interior de nosotros mismos, una vez despojados de todo obstáculo, sombra, límite y estorbo (que pudiera empañar la luz que proviene del espíritu que alienta nuestros deseos y esperanzas más nobles) la Verdad que comprende y abarca todo lo que Es, esa Verdad que nos confiere, con la Luz de su espíritu, la Vida y el Ser.
Hermanos míos, hemos de saber transformar así, el mundo, desde dentro de nuestras propias consciencias, siguiendo la inspiración y la Luz que nos llega del espíritu de Verdad, Amor y Justicia, y que nos hace como El:
Libres, soberanos, verdaderos, puros, luminosos y transparentes.
Esta es la Luz que habrá de guiar a nuestros Hermanos, encarnados y no, atrayéndolos desde los confines infinitos de la Eternidad, a esa coincidencia de amores que hemos dado en llamar Comuna Universal.
Hemos, por todo lo anterior, de reconocer que lo hecho por el Maestro, hecho está. Hagamos, pués, nuestra parte, que el Camino es largo y la Vida apremia.
Suyos siempre ¡ Luz y Verdad !
A nombre de todos, Secretario, Hermano Marcelo Martínez
Recapitulación realizada por nuestro grupo de estudio
Martes 19 de febrero de 2008 (EV)
Sus Hermanos desde Laredo, Tx. al Sur de la Unión Americana.
Saben, no se trata de salir del mundo sino, por el contrario, penetrar en él, explorarlo con valor, conquistar sus horizontes, derribar los muros que aún nos separan y limitan nuestro avance y progreso eterno. Se trata de vivir como lo que somos, descubrirnos a nosotros mismos, en una palabra: ¡ Ser ! Y la vida, cuando auténticamente nuestra, cuando cultivada legítimamente a la luz de la Verdad, ella misma es el camino por excelencia a la Libertad, que es la del espíritu.
Ya lo decíamos una vez « La medida de la Libertad de cada uno es la medida de su amor por la Verdad » ¿Cómo imponerle métodos, formas, sistemas y convencionalismos? ¿Leyes y formas humanas, figuras y resabios de un mundo que no es? Entonces .. ¿Hemos de comenzar, partiendo, de dónde? ¿Recuerdan éste planteamiento?
Definitivamente de nosotros mismos, cada quien de sus circunstancias, pero no quedando atrapados en ellas y por ellas, como lastre permanente, detractor implacable de nuestras propias almas, corruptor de nuestras propias consciencias, tirano de nuestros propios destinos. No, en definitiva hemos de partir de nosotros, desde nuestro lugar en medio de las circunstancias del mundo, pero siempre teniendo en cuenta que nuestro propósito es llegar a ser capaces de descubrir en el interior de nosotros mismos, una vez despojados de todo obstáculo, sombra, límite y estorbo (que pudiera empañar la luz que proviene del espíritu que alienta nuestros deseos y esperanzas más nobles) la Verdad que comprende y abarca todo lo que Es, esa Verdad que nos confiere, con la Luz de su espíritu, la Vida y el Ser.
Hermanos míos, hemos de saber transformar así, el mundo, desde dentro de nuestras propias consciencias, siguiendo la inspiración y la Luz que nos llega del espíritu de Verdad, Amor y Justicia, y que nos hace como El:
Libres, soberanos, verdaderos, puros, luminosos y transparentes.
Esta es la Luz que habrá de guiar a nuestros Hermanos, encarnados y no, atrayéndolos desde los confines infinitos de la Eternidad, a esa coincidencia de amores que hemos dado en llamar Comuna Universal.
Hemos, por todo lo anterior, de reconocer que lo hecho por el Maestro, hecho está. Hagamos, pués, nuestra parte, que el Camino es largo y la Vida apremia.
Suyos siempre ¡ Luz y Verdad !
A nombre de todos, Secretario, Hermano Marcelo Martínez
Recapitulación realizada por nuestro grupo de estudio
Martes 19 de febrero de 2008 (EV)
Sus Hermanos desde Laredo, Tx. al Sur de la Unión Americana.
Un comentario a título personal (Mje publicado por New-Prometheus-007 el 25/02/2008 en MSN Groups)
Un comentario a título personal
Hermanos, Todos:
La Vida nos brinda las oportunidades, queda a cada quien saber aprovecharlas. No me atrevería en este momento a decir, opinar, ní a decidir - emitiendo un juicio que a ninguno nos corresponde hacer, así, tan a la ligera - sobre el valor intrínseco de los eventos, testimonios, comentarios, obras, conocimientos, ejemplos, enseñanzas y demás oportunidades que nos brinda la Vida, y que se nos ofrecen gratuitamene para nuestro bién y desarrollo. Lo mismo aplica, también aquí, en éste Foro, como en el mundo que fué creado para nosotros y se extiende hasta el Infinito del Universo. No, por que no tengan un valor. Por que lo tienen, es un hecho. Sino por que su valor está en nosotros y de nosotros depende si es ó no positiva su influencia y el beneficio que, por su efecto, reciba nuestro ser y quienes de él dependen (Todos somos uno sólo, unidos, en una sóla Verdad).
Insisto « La vida es un espejo » aprendamos, pués, a ver através de ella, conociéndonos más a nosotros mismos, que así aprenderemos lo que vale el Amor. Aprovechemos la oportunidad y descubramos ya, de una vez por todas, el valor intrínseco de la Verdad en nuestras Vidas.
Se nos ha dicho, una y mil veces, que se requiere valor, veracidad, integridad, nobleza de intención y pureza en el corazón, y ello es posible y, es por encima de todo nuestra misión y vocación eterna, el llegar a ser libres con esa Libertad que sólo garantiza y otorga la posesión de la propia e indiscutible verdad del espíritu. Dejemos de engañarnos a nosotros mismos, interponiendo a cada paso, con nuestra negligencia e hipocrecía, obstáculos, trabas y limitaciones absurdas e inoperantes a acción de la Luz. No podemos cargar toda una vida con los lastres de un pasado, que nos obliga a actuar fingiendo ser lo que no nos hemos comprometido nunca a ser, en espíritu y en verdad, con todo lo que ello - en la realidad - significa.
Despertemos, y seamos más sinceros y justos con la Verdad. Basta ya de pretestos, justificaciones y baños de pureza, a quién pretendemos engañar, sí no es a nosotros mismos!
A veces pareciera que, como Adán y Eva, usáramos las hojas de los Libros de Doctrina como hojas de parra para ocultar ante la Verdad la vergüenza de nuestra propia e irresponsable desnudez.
¡ Sea la Luz entre nosotros !
Eternamente suyo, Marcelo Martínez (EEUU)
Hermanos, Todos:
La Vida nos brinda las oportunidades, queda a cada quien saber aprovecharlas. No me atrevería en este momento a decir, opinar, ní a decidir - emitiendo un juicio que a ninguno nos corresponde hacer, así, tan a la ligera - sobre el valor intrínseco de los eventos, testimonios, comentarios, obras, conocimientos, ejemplos, enseñanzas y demás oportunidades que nos brinda la Vida, y que se nos ofrecen gratuitamene para nuestro bién y desarrollo. Lo mismo aplica, también aquí, en éste Foro, como en el mundo que fué creado para nosotros y se extiende hasta el Infinito del Universo. No, por que no tengan un valor. Por que lo tienen, es un hecho. Sino por que su valor está en nosotros y de nosotros depende si es ó no positiva su influencia y el beneficio que, por su efecto, reciba nuestro ser y quienes de él dependen (Todos somos uno sólo, unidos, en una sóla Verdad).
Insisto « La vida es un espejo » aprendamos, pués, a ver através de ella, conociéndonos más a nosotros mismos, que así aprenderemos lo que vale el Amor. Aprovechemos la oportunidad y descubramos ya, de una vez por todas, el valor intrínseco de la Verdad en nuestras Vidas.
Se nos ha dicho, una y mil veces, que se requiere valor, veracidad, integridad, nobleza de intención y pureza en el corazón, y ello es posible y, es por encima de todo nuestra misión y vocación eterna, el llegar a ser libres con esa Libertad que sólo garantiza y otorga la posesión de la propia e indiscutible verdad del espíritu. Dejemos de engañarnos a nosotros mismos, interponiendo a cada paso, con nuestra negligencia e hipocrecía, obstáculos, trabas y limitaciones absurdas e inoperantes a acción de la Luz. No podemos cargar toda una vida con los lastres de un pasado, que nos obliga a actuar fingiendo ser lo que no nos hemos comprometido nunca a ser, en espíritu y en verdad, con todo lo que ello - en la realidad - significa.
Despertemos, y seamos más sinceros y justos con la Verdad. Basta ya de pretestos, justificaciones y baños de pureza, a quién pretendemos engañar, sí no es a nosotros mismos!
A veces pareciera que, como Adán y Eva, usáramos las hojas de los Libros de Doctrina como hojas de parra para ocultar ante la Verdad la vergüenza de nuestra propia e irresponsable desnudez.
¡ Sea la Luz entre nosotros !
Eternamente suyo, Marcelo Martínez (EEUU)
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